Aquel 7 de noviembre de 1893, tenía lugar en el Gran Teatro del Liceo la inauguración de la temporada de ópera. el aspecto era impresionante en la Ramblas, el teatro absolutamente lleno y donde al alta burguesía catalana lucía sus mejores galas en sus palcos y platea. El Liceo era el escaparate por excelencia de la clase privilegiada industrial catalana . Todo estaba prepara para la representación deGuillermo Tell de Rosini. Ni las señora , señoritas y acompañantes estaban preocupados por la tensión política del momento. Nos sospechaban que el Liceo, lujoso escaparate de la ostentación de las grandes famílias barcelonesas, era objetivo del terrorismo anarquista.
Aquel día Santiago Salvador, entró en el liceo por la puerta de la calle San Pablo y llevaba dos bombas Orsini sujetas con una faja a la cintura y ocultas con una blusa ancha típica de los obreros de la época. Se situó en el pasillo de la galería del quinto piso del Liceo, a la espera de ejecutar el atentado. A las 22:15 cuando la soprano italiana, Virginia Dameri estaba finalizando el segundo acto de Guillermo Tell, y la gente aplaudía efusivamente; de repente , una tremenda explosión hizo temblar toda la sala, el patio de butacas quedó lleno de humo , astillas y sangre de los cuerpos mutilados. Santiago había lanzado la primera bomba, estallando en las filas 13 y 14, ocasionando 22 muertos y 35 heridos; después lanzó la segunda bomba pero milagrosamente no estalló, posiblemente porque calló sobre las faldas de una señora muy conocida llamada Carbellá y después la bomba rodó por el suelo del Liceo sin explotar . Santiago salió del Liceo entre tanto estruendo y escapo marchándose a Aragón. El asesino del Liceo había acertado en su objetivo y su bomba había explotado entre lo más selecto de la burguesía barcelonesa.
Santiago , no se cortó y habló más de la cuenta y finalmente fue detenido después de repetir sucesivamente que el atentado del Liceo lo había hecho él , para acabar con la Burguesía. Fue detenido el 1 de enero de 1894 cuando estaba alojado en Zaragoza, en la casa de un primo suyo, llamado Julio Sancho en la Calle San Ildefonso número 23, 2º, enfrente de la Iglesia del Salvador. En el momento de llegar la policía , gritó "soy anarquista, mueran los burgueses, viva la anarquía", se pegó un tiro en el costado pero no se mató y cuando intentaba beberse un líquido, la policía le quitó el veneno impidiendo el suicidio, tuvo que ser hospitalizado en la sala de presos del Hospital de Zaragoza.
Pero finalmente , cuando iba a ser ejecutado se negó a recibir los auxilios espirituales, todo había sido una farsa. Santiago Salvador sufrió garrote vil públicamente en Barcelona.
Su muerte no sería la última durante aquellos violentos años que convirtieron a Barcelona en " la ciudad de las bombas" . El Liceo estuvo cerrado por los destrozos y tardó meses en iniciar nuevamente sus temporada y después de lo cual y durante mucho tiempo y en recuerdo de los fallecidos, se mantuvieron vacías las butacas donde explotó la bomba.
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