Desde noviembre de 1918 había surgido una gran agitación revolucionaria en Alemania, tras el derrocamiento de la monarquía y proclamación de la República de Weimar, siendo que el nuevo régiemn se enfrentaba a poderosas tensiones internas, causadas por facciones políticas mutuamente enfrentadas: monárquicos, oficiales del ejército sindicatos socialistas y comunistas, y ahora los soldados de menor rango que cuestionaban abiertamente a su oficialidad.
El nuevo gobierno presidido por el socialdemócrata Friedrich Ebert trataba de mantener el orden interno y presentar un frente unido ante las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial. Para ello, el gobierno precisaba aseguarse la obediencia de las tropas desmovilizadas del Reichsheer e impedir que los recién creados sóviets de obreros y soldados fuerna un desafío abierto contra el régimen.
Por el otro lado, la repentina derrota causó un clima de incertidumbre social en Alemania, agravado por las noticias de la Revolución Rusa donde los comunistas bolcheviques de Lenin habían aprovechado la descomposición de un gobierno moderado para impulsar un radical cambio de régimen.
El levantamiento empezó al proclamarse en diciembre de 1918 el Primer Congreso Soviético de Alemania en Berlín. Sus delegados, miembros de los Consejos de Trabajadores y Soldados, y bajo influencia del Partido Comunista de Alemania, solicitaron poco antes de Navidad la destitución del Mariscal Paul von Hindenburgcomo Comandante en Jefe, la disolución del Ejército Regular y su sustitución por una guardia civil cuyos oficiales serían elegidos por sus hombres.
El gobierno socialdemócrata de Friedrich Ebert rehusó acceder a ello, siendo apoyado por el Ejército, representado por Hindenburg, y manteniendo una tensa calma en los últimos días de 1918. No obstante, el 5 de enero los izquierdistas más radicales, ahora apoyados por la Liga Espartaquista, enviaron a la llamadaDivisión Popular de Marina a tomar la sede del periódico Vörwarts, vocero del SPD y amenazaron las sedes administrativas de la Wilhelmstrasse y el Edificio de la Cancillería, siguiendo el esquema de revuelta en la capital a semejanza de la Revolución Rusa.
No obstante, el primer movimiento revolucionario fue empezado por las masas del Primer Congreso Soviéticoque proclamaron la huelga general y proyectaron el derrocamiento del gobierno, aunque sin contar con la aprobación del Partido Comunista de Alemania, que no juzgaba oportuno el momento para un levantamiento de obreros y soldados.
La líder comunista Rosa Luxemburgo postulaba que la situación alemana no era igual a la de Rusia, y que con soldados desmovilizados no había forma de establecer una masa de combatientes suficiente. Por otro lado, el régimen bolchevique ruso se enfrentaba aún a la reacción zarista auspiciada por los gobiernos francés y británico, por lo cual no estaba en condiciones de brindar ayuda eficiente a los comunistas alemanes. Para colmo, el gobierno de Ebert trataba de calmar la incertidumbre de los obreros sobre el pago de jornales ofreciendo que el gobierno de Estados Unidos, dirigido por Woodrow Wilson, ofrecería ayuda financiera de emergencia para evitar el descontento social en Alemania. Pese a ello, el jefe de la Liga Espartaquista, Karl Liebknecht, determinó que la Liga apoyase al revuelta de los huelguistas y se pusiera al frente de ella, calculando que éste sería el momento más adecuado para imitar en Alemania el ejemplo ruso de la Revolución de Octubre y derrocar al régimen de Ebert.
El socialista Gustav Noske fue designado Ministro de Defensa Nacional el 6 de enero y declaró: "Alguien tiene que ser el perro de caza", dando órdenes para lanzar una reacción armada contra los huelguistas y sus aliados, aunque aún Ebert trató de ganar tiempo requieriendo negociaciones con los sublevados espartaquistas, pero al saber los delegados dePrimer Congreso Soviético que Ebert y el SPD reclamaban participar en en el Congreso, se rompieron todas las negociaciones el 8 de enero.
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