martes, 13 de diciembre de 2011

55 días en Pekín

Revueltas de los Boxers

El Levantamiento de los bóxers, conocido en China como el «Levantamiento Yihétuán» , fue un movimiento contra la influencia comercial, política, religiosa y tecnológica foránea en China durante los últimos años del siglo XIX, desde noviembre de 1899 hasta el 7 de septiembre de 1901. Para agosto de 1900, cerca de 230 extranjeros, miles de chinos cristianos, un número desconocido (entre 50 000 y 100 000) de rebeldes, sus simpatizantes y otros chinos habían muerto en la revuelta y su represión.
La revuelta de los boxers es uno de los acontecimientos históricos peor comprendidos de la china del siglo XIX. La escasa participación de España en los hechos hace que las fuentes bibliográficas y documentales españolas sean especialmente valiosas para el estudio de esta fase histórica, ya que aportan una serie de datos que cuestionan gran parte de los postulados de la historiografía tradicional. Las causas que motivaron la revuelta de los boxers son diversas. Esta revuelta fue consecuencia del desprecio sistemático, fruto de la ignorancia, de los misioneros protestantes hacia las costumbres y creencias chinas, y de los abusos de las potencias occidentales en el imperio del centro. Esta circunstancia fue aprovechada por una parte de la nobleza manchu influyente en la corte, para así fomentar un levantamiento que, de este modo, no fue ni mucho menos espontaneo y no se caracterizó, al menos en sus comienzos, por el racismo contra los extranjeros.

La guerra Boer

En el Reino Unido, se conocen como Guerras de los Bóeres dos conflictos armados en los que se enfrentaron el Imperio británico con los colonos de origen neerlandés   en Sudáfrica, que dieron como resultado la extinción de las dos repúblicas independientes que los últimos habían fundado. La primera de ellas se desarrolló entre el 16 de diciembre de 1880 y el 23 de marzo de 1881, y la segunda entre el 11 de octubre de 1899 y el 31 de mayo de 1902. Los bóer se refieren a las dos guerras como las Vryheidsoorloë, «Guerras de liberación».
Los Voortrekker ("los que avanzan primero") fueron granjeros blancos llamados también afrikáner. El nombre Bóer viene del nombre común holandés boer (pronúnciese buur), que significa "granjero" o simplemente "campesino" (alemán Bauer). Estos granjeros, en las décadas de 1830 y 1840, emigraron en el Gran Trek desde la Colonia del Cabo, territorio controlado por los ingleses, hacia territorios despoblados a partir de la difaqane originada por Shaka, el rey zulú.

Los Bóer son un grupo étnico de origen holando-germánico. Su asentamiento abarca territorios de Sudáfrica y de Namibia.
Su identidad se basa en dos elementos: la lengua afrikáans, una variación criolla del holandés, y la religión calvinista.

Guerras del Opio

Las Guerras del Opio, también conocidas como las Guerras Anglo-Chinas, fueron dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 respectivamente, el punto culminante de los conflictos comerciales entre China y el Reino Unido. El contrabando británico de opio de la India Británica hacia la China y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes contra el comercio de opio. Los intereses comerciales llevaron al conflicto. Francia luchó al lado de Gran Bretaña en la segunda guerra.
La derrota de China en las dos guerras forzó al gobierno a tolerar el comercio del opio. El Reino Unido coaccionó al gobierno a firmar Tratados Desiguales, abriendo varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña. Portugal siguió a Gran Bretaña y forzaron términos de intercambio desiguales para China (Tratado de Nankín, cesión de Hong Kong a Gran Bretaña y ampliación de Macao para Portugal). Esta humillación por obra de potencias exteriores contribuyó a la Rebelión Taiping (1850–1864), la Rebelión Boxer (1899–1901), y la caída de la Dinastía Qing en 1911.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Rosa Parks simbolo de cambio

En 1955, Rosa Parks tenía 42 años. Afroamericana, natural de Montgomery, Alabama, e hija de un carpintero y una maestra de escuela. De profesión, costurera. Pero además, secretaria y ayudante en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color.
En aquellos años, los negros sufrían en EEUU la humillación -especialmente en el sur- de no poder compartir con los blancos los mismos lugares públicos: escuelas, restaurantes, salas de espera... la segregación llegaba al punto de que en los baños se mostraban letreros de "sólo blancos" o, directamente, "negros no". Las leyes Jim Crow, heredadas de la esclavitud del siglo XIX, fueron diseñadas para que los afroamericanos se sintieran inferiores y así mantenerlos marginados de la sociedad.
Gente como Rosa Parks tenía claro que las cosas podían cambiar. El 1 de diciembre de 1955, cogió un autobús público para volver a su casa. Por entonces, los vehículos estaban señalizados con una línea: los blancos adelante y los negros detrás. Así, la gente de color subía al autobús, pagaba al conductor, se bajaba y subía de nuevo por la puerta trasera.
En el asiento equivocado
Parks se sentó en los asientos del medio, que podían usar los negros si ningún blanco lo requería. Cuando se llenó esa parte, el conductor le ordenó, junto a otros tres negros, que cedieran sus lugares a un joven blanco que acababan de subir. "Éste ni siquiera había pedido el asiento", dijo después Parks en una entrevista a la BBC. Los otros se levantaron, pero ella permaneció inmóvil.
El autobusero trató de disuadirla. Debía ceder su asiento, es lo que marcaba la ley. "Voy a hacer que te arresten", le dijo el conductor. "Puede hacerlo", respondió ella. Cuando la policía le preguntó que por qué no se levantaba, contestó con otra pregunta: "¿Por qué todos ustedes están empujándonos por todos lados?".
Condenada pero libre
"Mientras más obedecíamos, peor nos trataban", asegura Parks en sus memorias. "Aquel día estaba fatigada y cansada. Harta de ceder". Por el lance del autobús, Rosa Parks pasó la noche en el calabozo, acusada de perturbar el orden público y pagó una multa de catorce dólares. Sin embargo, el caso trascendió y acabó por dar voz a los movimientos por el fin de la segregación que ya habían comenzado a hacerse notar.
Indignado y hastiado, un joven y desconocido pastor bautista llamado Martin Luther King organizó una oleada de protestas contra la segregación en los autobuses públicos de Montgomery que duró 382 días. Los treinta mil afroamericanos que participaron hicieron marchas de hasta nueve kilómetros, y cuando les preguntaban cómo se sentían, algunos respondían: "Mis pies, cansados. Mi alma, ¡liberada!".
Mientras, el caso Parks llegó a la Corte Suprema del país, que declaró que la segregación era una norma contraria a la constitución estadounidense, que declara iguales a todos los individuos de la nación. Un año después, el gobierno abolió cualquier tipo de discriminación en los lugares públicos.

Livingston

David Livingstone (19 de marzo de 1813; Blantyre, Glasgow - 1 de mayo de 1873; Chitambo, Rhodesia Septentrional) fue un médico, explorador y misionero escocés, además de una de las mayores figuras de la historia de la exploración: estableció, con observaciones astronómicas, las situaciones correctas y realizó informes de zoología, botánica y geología. Por ello, en la Inglaterra victoriana fue considerado cómo un héroe nacional.
En 1865 fue designado por la Royal Geographical Society para buscar el nacimiento del Nilo, que aunque ya había sido descubierto por Speke en 1862, seguía siendo muy discutido. En marzo de 1866 regresó a África para continuar con su exploración. Esta nueva expedición la inició en la isla de Zanzíbar (actualmente perteneciente a Tanzania), para adentrarse a continuación en el continente africano donde descubrió los lagos de Bangweulu y Moero y el río Lualaba, que fue erróneamente identificado por Livingstone como el Nilo, cuando realmente es la cabecera del río Congo. Posteriormente se encaminó hacia las riberas del lago Tanganica.
A partir de entonces y durante varios años no se supo nada acerca de él, por lo que el periódico New York Herald organizó una expedición de socorro que fue confiada a Henry Stanley, quien, en 1871, consiguió encontrar a Livingstone en las orillas del citado lago, en la ciudad de Ujiji. En ese encuentro Stanley pronunció su famosa frase: "Doctor Livingstone, supongo".
Le hizo la siguiente alusión: “Stanley, yo he leído la Biblia cuatro veces mientras estaba esperando en Manyuena. Todo lo que soy lo debo a Cristo Jesús, revelado para mí en su Libro divino. ¡Oh, Stanley, Stanley, aquí está el manantial de la fuerza y del poder que transforman! “.
Ambos decidieron explorar conjuntamente el norte del lago Tanganica, pero Livingstone no quiso volver a Inglaterra con Stanley, y en marzo de 1872, se separaron en Tabora y tomaron caminos diferentes.
Livingstone prosiguió sus exploraciones hasta que murió el 1 de mayo de 1873, en un pequeño poblado del lago Bangweulu, en Zambia, a causa de la malaria y de una hemorragia interna producida por disentería. Su cadáver fue conservado en sal y trasladado hasta llegar a Bagamoyo en la costa del Índico. Luego fue transportado a Inglaterra y enterrado en la Abadía de Westminster, pero los africanos enterraron su corazón bajo un árbol porque decían que su corazón estaba en África.